13 May, 2011
El departament d'ensenyament pone en riesgo la salud de los profesores.
"Maria tiene ahora 57 años, y es profesora de un colegio público de educación primaria en el Penedés desde los 24 años. Como muchos otros profesores, su trabajo es también su vocación, e invierte todo su esfuerzo profesional y personal en hacer que los niños aprendan las competencias básicas para su grupo de edad. Como con el horario laboral normal no le da tiempo a cumplir con su tarea, tal y como su responsabilidad le ordena, llega al colegio 1 hora antes, y se acaba marchando a las 20h. No desconecta, y está todo el dÃa pensando en qué herramientas serÃan las más útiles para que cada chico y chica salgan preparados del cole. Además este año, en vez de llevar a los niños de 4º, también lleva a los de 5ª, ya que el Departament d'Ensenyament ha decidido recortar el número de profesores. Eso provoca que MarÃa, sufra insomnio y haya desarrollado un transtorno obsesivo que le lleva a estar las 24 horas del dÃa con la mente activada y puesta en el trabajo. Para colmo, en el colegio se han producido algunas bajas por enfermedad que no son cubiertas, lo cual hace que el resto de profesores tengan que hacer trabajos extras para cubrir las bajas. Para colmo, los niños y niñas que van a la clase de MarÃa, sufren en sus casas los efectos de la crisis, falta de empleo y de recursos económicos, peleas frecuentes entre sus padres, y desarraigo familiar y social. Eso hace que los niños necesiten más dedicación por parte del profesorado para llegar a un nivel de competencias óptimo. La psicóloga del centro, financiada por el AMPA, no da para más. Va una mañana a la semana y no puede atender todas las necesidades de los alumnos. Para colmo, el Departament, lejos de oir las quejas y reivindicaciones de los profesores, anuncia un recorte de 3 profesores más para el año que viene. MarÃa ha perdido la ilusión, y tiene ganas de morir. Su hiper-responsabilidad y su dedicación le han apartado de su familia, que además no entiende las preocupaciones de MarÃa".
Este es un caso tÃpico del efecto sobre la salud de los recortes en un servicio básico como es la enseñanza. Como el caso de MarÃa, hay miles de casos, algunos cursan con transtornos obsesivos, otros con depresiones, transtornos de ansiedad, burnout o en el mejor de los casos, jaquecas y dolores de espalda y musculares que impiden al profesorado desarrollar su trabajo de forma satisfactoria, y que finalmente afecta a la educación de los chavales, que ahora suben con muchas más necesidades educativas y sociales que hace unos años.
Los continuos recortes y la "modernización" de la enseñanza no hace sino mermar la salud de los profesores, que como en el caso de MarÃa renuncian a su salud y a su vida personal para esforzarse aún más por la educación de los chavales. Los esfuerzos son inútiles porque quien tiene que poner medidas es el Departament, incrementando el número de profesores, de personal administrativo e incorporando psicólogos educativos a las aulas para dar todo el soporte psicológico y educativo necesario para mantener el nivel formativo de nuestros hijos en unos niveles aceptables.
La excusa de la crisis le va perfecta al Departament d'ensenyament, que en lugar de destinar dinero a donde debiera, mira para otro lado, y apreta aún más las tuercas de los profesionales de la enseñanza poniendo en peligro la salud y la vida de los profesores, y la formación y educación de nuestros hijos.
¡No a las retalladas!
Baltasar Santos
Psicólogo clÃnico.
Colegiado 18365 y afiliado a la UGT.
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