Baltasar Santos
Xarxa sindical

17 Jun, 2011

La UGT como referencia del movimiento obrero. Propuestas de acción para vuestra consideración.

Escrito por baltasarsantos 13:03 | PermalinkEnlace | Commentscomentarios (0) | TrackbackRetroenlaces (0) | General

El movimiento 15-M es un movimiento contradictorio. Por un lado, el resultado de los debates de las asambleas puede ser casi plenamente compartido por todo el movimiento obrero. De hecho, el 80% de la población ha mostrado su simpatía por este movimiento.

Muchas de las propuestas que han lanzado se llevan discutiendo, proponiendo y trabajando desde casi todos los organismos de la UGT, y algunas de ellas, conforman reivindicaciones históricas del movimiento obrero, tales como:

- La retirada de todos los recortes en los servicios públicos y los recortes salariales.

- La necesidad de un sistema financiero público.

- Una enseñanza laica, pública, gratuita y de calidad.

- Una sanidad pública y de calidad

- Las reformas legales necesarias para evitar despidos y crear empleo.

- Una política al servicio de las necesidades ciudadanas.

Personalmente, también estoy a favor de la municipalización del suelo, de una financiación municipal justa que permita que la administración más cercana al ciudadano tenga los recursos para dar respuesta a las necesidades de la sociedad, y de una política de vivienda que garantice que nadie pueda ser deshauciado por no poder pagar la hipoteca (la entrega de la vivienda como saldo de la deuda no es suficiente, pues al final, el deshauciado se sigue quedando en la calle).

Sin embargo, este movimiento 15-M se define como un movimiento ciudadano, y por tanto interclasista, y como un movimiento que rechaza los partidos políticos y los sindicatos. Aquí mi desacuerdo. Entiendo que puedan considerar que los partidos de izquierda y los sindicatos se hayan corporativizado, y que no estemos dando respuesta a las necesidades de la sociedad. Sin embargo, la Huelga general de septiembre, las movilizaciones obreras en defensa de los puestos de trabajo, en contra de los recortes sociales y en defensa de los servicios públicos, aunque insuficientes por la fragmentación con la que se convocan (excepto la Huelga general, todo han sido convocatorias empresa a empresa, y sector a sector), son una buena muestra del posicionamiento de la UGT, heredera de las mejor tradición de la defensa de Clase.

Pienso que se debe combatir ese apoliticismo y el rechazo inherente de los partidos y sindicatos pues ello sólo puede ser un elemento de división de la clase trabajadora y su juventud. Ningún movimiento podrá sustituir a la lucha de clases, y por tanto, el trabajo interclasista del 15-M sólo será eficaz en el momento en que se dén cuenta de que se trata de una lucha de clases, en el que las organizaciones obreras como la UGT son el elemento fundamental, capaz de unir las indignaciones y protestas, tal y como ha sucedido en otros paises. (Recordad que en Tunez fue la UGTT la que abandonó el pactismo con el Gobierno de turno, para pasar a liderar una revolución democrática y pacífica cuyos primeros pasos fueron sumamente desorganizados).

De ahí la necesidad, que la UGT como la mejor y más representativa organización del movimiento obrero deba dar pasos para integrar (que no corporativizar) el 15-M dentro del movimiento obrero.

Para ello y sin demagogias:

Primero.- es necesario unificar la lucha obrera. Dejemos de fragmentar la oleada de manifestaciones y protestas que se suceden cada vez que hay un atentado contra los derechos de los trabajadores. Si los compañeros del Hospital del Valle Hebrón están en lucha, también lo están los compañeros del hospital de viladecans, o los compañeros del sector de la electrónica, o de la automoción, o del comercio.... . Las batallas que cada sección sindical, que cada sector aborda en solitario son batallas perdidas.

Segundo.- es necesario descorporativizar el movimiento obrero de las instituciones. Las mesas de diálogo social no han servido sino para, en el mejor de los casos, que los recortes sean más lights de lo que iban a ser. Mediante el diálogo social no se ha podido evitar Ni la reforma laboral, ni la reforma de las pensiones, ni la reforma de la negociación colectiva, ni los recortes del estado del bienestar, ni el crecimiento del desempleo, ni los deshaucios, ni, ni... ¿para qué nos sirve el diálogo social? ¿para qué nos sirve el mal-llamado “sindicalismo responsable”? ¿responsable con quién?. ¿Es posible que el rechazo del sindicalismo por parte de amplios sectores del 15-M se deba a esta imagen?. Yo creo que sí.

Tercero.- Sería necesario la celebración de un Congreso extraordinario con amplia participación de delegados/as elegidos en asambleas de trabajadores convocadas por las secciones sindicales. No propongo que este congreso sea para renovar las direcciones, sino para discutir y aprobar una línea de lucha organizada del sindicalismo de clase y confederal que aborde cuestiones tan fundamentales como el empleo, la defensa de los servicios públicos, la defensa de la industria, el papel de la UE y sus instituciones, la vivienda y la energía entre otros. La situación objetiva en la que se desarrolló el último congreso no es la misma que ahora. Las respuestas a las necesidades tampoco pueden seguir siendo las mismas. De ahí la necesidad de un congreso.

Cuarto.- Es necesario que la juventud, hoy desorganizada en torno al movimiento interclasista y apolítico 15-M, entienda que su lucha es la nuestra, y la nuestra es la suya. Que cada sección sindical de la UGT remita una nota fraternal de solidaridad a las asambleas, haciendo constar la necesaria unidad del movimiento obrero y sus organizaciones para la mejor defensa de los intereses de nuestra clase.

Quinto.- Mociones en todos los Ayuntamientos, en defensa de la democracia y del pleno respeto a los derechos y conquistas sociales, y en exigencia de planes concretos para que los electos se comprometan con el desarrollo de políticas concretas en favor de la clase trabajadora adaptadas a cada municipio. Defensa de mayores recursos públicos para la aplicación de esas políticas. No puede haber más recursos si no se los arrancamos al capital.

Ya sé que algunos compañeros pensarán que se trata de una visión apocalíptica de la realidad, pero la realidad (apocalíptica o no) es que hay más de 5 millones de parados, la realidad es que mientras se siguen hundiendo los salarios de los trabajadores en activo, las empresas aumentan sus beneficios, la realidad es que los servicios públicos se están malversando para poder privatizarlos, la realidad es que hay más de 1 millón de familias que no tienen ingresos, la realidad es que se incrementa de forma alarmante el número de trabajadores a las que se les quita la vivienda, la realidad es que las contrarreformas planteadas por los mercados y ejecutadas por “nuestros” representantes políticos sólo pueden traer pobreza, desesperación, y conflictos sociales (el racismo es buena muestra de ello). Se trata de la lucha de clases, y la nuestra va perdiendo.



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