18 Sep, 2011

Gila y la Política Fiscal

Escrito por baltasarsantos 10:58 | Enlace | comentarios (0) | Retroenlaces (0) | General

Sin duda alguna, Miguel Gila ha sido (junto a Rubianes) uno de los máximos exponentes del humor en nuestro país. Recuerdo haber reído mucho cuando, mediante su inseparable teléfono, y en una recreación simbólica de una guerra, llamaba al supuesto "enemigo" para consensuar el día, la hora, e incluso las armas que iban a utilizar en el próximo ataque.

Como todos los gags graciosos, el de la llamada al enemigo, se basa en la representación de lo contrario a lo que es esperable, y a lo que dicta el sentido común. ¿Alguien se imagina una guerra real, en la que los enemigos se llamen para consensuar el calibre de las balas a utilizar?. La risa se aloja precisamente en esa falta de sentido común, donde lo esperable es que los enemigos actúen de forma rápida y precisa para sorprender y derrotar al enemigo.

Recuerdo una reunión que se celebró en Rambla Sta Mónica a principios de 2009, para tratar de consensuar un documento anti-crisis. Recuerdo haber defendido (seguramente con menos vehemencia de la necesaria) que nos hacía falta otra política fiscal, como por ejemplo la reforma de la "quasi-exención" fiscal de las SICAV. Dicho sea de paso, también recuerdo cómo la única voz que se manifestó a favor de esa reforma, fue la del compañero Martín Vives. Los demás no se manifestaron, e incluso uno de los compañeros intentaba ridiculizar mi propuesta diciendo "si hombre, y luego asaltamos los palacios de invierno".

Ahora, merced a las resoluciones del 15-M, y a las dificultades que Rubalcaba encuentra para remontar los sondeos de intención de voto de cara a las próximas generales, el candidato socialista también se apunta a la reforma de la tributación de las SICAV, a la recuperación y reforma del impuesto de Patrimonio, y en general, a proponer reformas para que los que más tienen aporten más, siempre con el apoyo del Sr "voy donde sople el viento- Pepinho Blanco".

Podría argumentar que "si tan necesarias son estas reformas, ¿por qué no las aplica ya?". Que cada cual se conteste. Me parece interesante señalar que esta táctica "Gilaniana" de avisar al "enemigo-capital" de que le va a subir sus impuestos.

Lejos de parecerme gracioso, como sí me lo parecía la representación de Gila, la propuesta del candidato de mi partido me parece tácticamente errónea, pues es una equivocación manifiesta (que el mismo Gila parodió) avisar al enemigo de lo que el gobierno prevee hacer, dando tiempo a las grandes fortunas que se alojan en las SICAV a "recolocarse" para esquivar el ataque.

Pero es que además de parecerme tácticamente erróneo, me parece una "tomadura de pelo electoralista", puesto que las propuestas de Rubalcaba, traducidas al idioma que todos entedemos, lo que realmente vienen a decir es:

"Señores del Capital: hemos sido fieles servidores suyos. A ustedes les da igual que gobierne el PP que el PSOE, porque tantos unos como otros hemos acatado y lo seguiremos haciendo constitucionalmente, todas las órdenes suyas, y de los mercados que ustedes regulan. Sin embargo, los ciudadanos están muy rebotados, y necesitamos hacer gestos para que la ciudadanía (y sobretodo nuestros fieles votantes de izquierda) crean que nuestro sistema (que dirigen ustedes) tiene futuro, y de paso, para contener la creciente desafección de los ciudadanos. En esa línea, se enmarca nuestras propuestas de reforma fiscal que les avisamos con tiempo para que puedan recolocar su capital de forma que no les afecte en absoluto. Gracias por su comprensión, señores del capital".

En definitiva, si se quieren cambiar realmente las políticas, las reformas deben hacerse rápidas, contundentes y sin miramientos. De hecho, cuando se trata de aplicar contrarreformas que perjudican a la clase trabajadora, tanto CiU, como el PP, como el PSOE, han sabido aplicarlas de forma inminente. Por lo tanto, si queremos que las políticas de reforma fiscal sean efectivas... ¡¡¡actúese ya!!!. Si no es así, habrá que reconocer que tienen razón aquellos que piensan que las propuestas del candidato socialista son sólo gesto "de cara a la galería", pero sin ningún efecto redistributivo, ni creible, ni efectivo ni eficaz.