seccio sindical d´UGT-Troll (SOT-UGT).
BLOC PARA LA DIFUSIÓN Y DISCUSIÓN DE TEMÁTICAS SINDICALES|-|-|-|-|-|-|-|..CORREO ELECTRÓNICO: sot.ugt@gmail.com "Todas las organizaciones que componen la UGT de Catalunya se comprometen a practicar entre sí la solidaridad moral y material, haciendo todos los esfuerzos y los sacrificios que las circunstancias permitan a fin de que los trabajadores no se vean obligados a ceder en las luchas que provoquen sus demandas. Los afiliados que sufran represalias por causa de la defensa de los intereses de la UGT de Catalunya serán atendidos por las organizacines a las que pertenezcan". Título VII. De la Solidaridad y su articulación, Artículo 25 de los Estatutos de la UGT de Catalunya. "El día que los proletarios de Cataluña figuren en la Unión General de Trabajadores, estarán de pésame todos los patronos de nuestro país, porque no podrán abusar como hasta aquí de aquéllos a quienes explotan". A los socialistas catalanes. Pablo Iglesias, El Socialista, 24/10/1925. Xarxa sindical

20 Jul, 2008

Coperfil Group es un viejo conocido del panorama laboral en nuestra comarca. En un sentido terriblemente negativo claro, como una empresa que tiene como principio fundacional la represión de la lucha colectiva de los/as trabajadores/as por mejorar su futuro.

El hecho de que nos ocupemos de una empresa que podríamos situar a la cabeza en un hipotético ranquing de empresas antisindicales de la comarca no es gratutito, sino que viene a colación de una oferta de trabajo que podimos leer en el 9 NOU del Vallès Oriental del pasado 18 de julio, una diario comarcal que no suele dejar puntada sin hilo. En la oferta de empleo, la aludida Coperfil demandaba un perfil laboral que tendría que ser digno de estudio de las facultades de relaciones laborales; enumero y repito: Diplomado en relaciones laborales, responsable de la administarción de personal, gestión del absentismo, Fundación Tripartita, acción disciplinaria. Participará en las relaciones con la Representación Social, gestión de la Salud laboral...

Es la primera vez en mi larga experiencia de lector de diarios -y de ofertas de empleo- donde leo una demanda en la que se pide un control y una dinámica de represión de los/as trabajadores/as tan ufana y sin complejos. La dinámica de soberbia de los empresarios ha llegado tan lejos que ya no se esconden de pedir un perfil laboral que se encargue de controlar el absentismo y de sancionar a los/as trabajadores/as. Ya no hacen falta circunloquios, el nuevo diplomado de relaciones laborales de Coperfil Group tiene que controlar que sus trabajadores/as no se auseten, no vayan al médico. no falten bajo ningún concepto y si lo hacen que el peso del Código de buena conducta (Sanciones en el Cº Cº del metal de BCN) caiga con toda su efectividad. También se tiene que cuidar de las relaciones con la Representación Social. ¿Representación Social? ¿A qué se refiere? ¿Quizás al Ayutamiento de Vallgorguina (Sede social de Coperfil)?¿A la sociedad civil de ese pueblo?. Me temo que no. Seguramente se refiere al Comité de Empresa, eufemismo para no mentar el nombre de la bicha, no vaya a ser que la simple mención de lo inmombrable vaya a despertar del sueño a los/as trabajadores.

Coperfil Group quiere un tipo muy especial de Recursos Humanos, ya se pueden ir preparaendo sus trabajadores/as. Esta empresa es una verdadera regresión para los derechos laborales de nuestra comarca. Todavía recuerdo las historias que nos comentaba José Ros en su periplo de Presidente del Comité en esta empresa hace varios años. Era de CCOO pero era una persona extraordinaria y de una integridad personal fuera de toda duda. Se encontró solo frente a la empresa en un Comité de 17 miembros donde todos fueron cediendo al palo o al talonario. Un poco después coincidimos con delegados de Coperfil en los cursos de formación sindical de IDFO (saludos a Jordi Carrau y a J., Arcos) donde nos contaban historias de abusos que nos ponían los pelos de punta; historias donde la falta de medidas preventivas levantaban el estupor de todos los presentes en los cursos. Las cosas van como van, dentro de una realidad como la nuestra, a Coperfil le llueven los premios, a su propietario un tal Roig, que pasa por ser un capitán de industria moderno e innovador, también; mientras, en sus empresas se promueve la delación, la amenaza y el miedo. Nada nos hace suponer que vaya a cambiar con el nuevo Recursos Humanos: se contralará las ausencias y se aplicará el régimen disciplinario... Cuánto camino nos queda por recorrer a los/as que queremos ganarnos la vida sin ser explotados/as ni humillados/as, a los que no aceptamos el soborno de un despido improcedente de nosécuantos días, a los que no aceptamos ascensos a cambio de renuciar a nuestras ideas, a los/as que nos mantenemos al frente entre la incomprensión y la indeferencia de nuestros/as propios/as compañeros/as.



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14 Jul, 2008

La semana pesada me sorprendió de una manera muy grata el trabajo presentado desde el Comité Nacional sobre las caras de la precariedad. Al documento de 11 páginas se unía la rueda de prensa donde tanto Eva Granados como Camil Ros desgranaban con gran acierto la primera denuncia sistemática de la precariedad que se hace desde el sindicalismo confederal.

Dicho esto, y a modo de una evaluación de urgencia, me gustaría matizar algunos puntos que considero importantes para comprender la complejidad de este fenómeno. En primer lugar, me sorprende que se haya tardado tanto en conceptualizar una realidad social que lleva cambiando la faz de la clase trabajadora desde hace más de dos décadas. Pablo López Calle, un referente en la sociología del trabajo en el Estado Español desentraña este proceso en su último libro "La desmovilización general", donde describe la mutación de la clase trabajadora madrileña o más concretamente lo que él define como "los hijos de las reformas laborales". Por que precisamente debemos situar en las reformas laborales de los años ochentas y noventas el cambio institucional que propició el paso de una clase trabajadora estable y con covertura sindical a otra individualizada e indefensa ante los empresarios. Así, el grueso de la precariedad, la emergencia del precariado hay que situarlo como mínimo en 1994 con la aparición de las Ett y la carta de legalidad a la contratación eventual con las más diversas caras y caretas. Desde la misma transición los sindicalistas no hemos sido capaces de ver esa agenda oculta de empresarios y políticos que se han dedicado a erosionar poco a poco las fuentes de hegemonía de los sindicatos y los lazos que unían a los sectores sindicalizados con el común de los trabajadores. Por esta línea discursiva llegamos a un segundo punto de disenso con el análisis presentado: la precariedad no afecta a sectores inmigrantes sino que abarca desde hace al menos 15 años a un sector cada vez mayor de la clase obrera catalana y española. Para los trabajadores/as jóvenes es la realidad ineludible, así como para los trabajadores estables sindicalizados víctimas de los procesos de restructuración de las empresas bajo las nuevas coordenadas de rentabilidad. La inmigración no ha creado la precariedad simplemente se ha incorporado a la perfección a ese sector nacional que ya llevaba años en la relaciones laborales desreguladas. Esta situación es precisamente la que genera el peligro más evidente de fractura social: la competición social por unos mismos puestos de trabajo en caída libre en cuanto a condiciones laborales y salario. A diferencia de lo que expresaba Ros, no es de esperar un mayor aumento de la precariedad con la crisis económica, dado que la misma base de la rentabilidad del capitalismo español-catalán es la flexibilidad que supone la desaparición del derecho laboral garantista. Por esta misma razón han sido inútiles las reformas laborales que han abaratado el despido o han incentivado económicamente la contratación indefinida, dado que una bonificación no representa nada en comparación con el uso de una plantilla sin capacidad de gestionar su fuerza de trabajo. Por tanto, no es que la precariedad tenga muchas caras, sino que va a acabar por ser el horizonte único de la mayoría de la clase trabajadora. Fuera de la gestión pública, de las últimas grandes empresas industriales nos espera el fantasma de las jornadas interminables, la falta de calendario, de vacaciones y las remuneraciones individualizadas.

Para acabar, una última reflexión. Sin duda es necesario difundir esta nueva realidad al conjunto de la sociedad y recabar del gobierno de turno medidas sociales y económicas para acotar con claridad este fenómeno, pero la mayor tarea que tenemos frente a nosotros/as es la de interrogarnos cómo vamos a cambiar nuestro sindicato para poder domesticar esta tendencia irrefrenable. Pedir ayuda al gobierno está bien, pero somos los sindicatos los que tenemos y debemos organizar a los trabajadores para asegurar el progreso moral y material del conjunto de la clase trabajadora. No parece de recibo mantener unas estructuras organizativas para una realidad laboral que ya sólo existe en los libros de historia. La fábrica fordista de Tiempos Modernos -nombre de nuestra revista- ya no existe pero la intensificación del trabajo, la rabia y la indignación por la injusticia sí. Ya tenemos un magnífico punto de partida.



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10 Jul, 2008

TIEMPOS MODERNOS nº 15, la publicación bimensual del SOT-UGT

Escrito por pacolopez 00:11 | PermalinkEnlace | Commentscomentarios (0) | TrackbackRetroenlaces (0) | General
El director de la fábrica de Tiempos Modernos controlando al bueno de Charlot que abandona la cadena para fumarse un cigarrito. Foto de portada del Tiempos Modernos nº 15 Volvemos a publicar después de meses la revista del Sindicato de Obrer@s de Troll-Secció sindical de MCA-UGT en Internet. La vuelta a la red ha sido posible gracias a la nueva página web de nuestra federación, que nos enlazó dentro de las secciones sindicales del metal y se ofreció para alojar nuestra revista en formato digital (PDF). Nuestr@s compañer@s de MCA de Catalunya no sólo la han alojado sino que la han situado en portada al lado de publicaciones como el Infoserveis o Les Notícies , como si pudiéramos estar al mismo nivel! Vaya nuestro agradecimiento a nuestra antigua secretaria comarcal -y ahora Secretaria Nacional- Mari Villarrazo y a Xavi, técnico de MCA padre de la nueva web. Publicamos el número 15 de la publicación portavoz de la sección sindical correspondiente a los meses de mayo y junio. Desde enero de 2006 hemos aparecido puntualmente hecho que unido a la variedad e interés de los contenidos ha situado al TM como un referente apreciado y esperado por toda la plantilla; también por la empresa que se ha convertido en nestra lectora más fiel y atenta. En este número damos salida a un importante número de contenidos: una entrevista al alcalde del municipio donde trabajamos y vivimos o los avatares en prevención o abusos en la contratación. En portada, en nuestro editorial la relación tirante con la dirección de una empresa que se resiste a considerar al sindicalismo como un oponente legítimo y en pie de igualdad. Tampoco tolera la libertad de expresión y la capacidad de la que hace gala el SOT-UGT en el intento de organizar a los/as trabajdores/as y consolidar los derechos colectivos. Aquí dejamos el post con un recuerdo especial para esa nueva clase social bautizada con acierto por nuestro sindicato como precariado, una clase social que en nuestra empresa hace más de 14 años que transita sin que podamos hacer mucho por ellos. Clica aquí para acceder a la página de MCA-UGT donde podrás leer nuestra revista

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4 Jul, 2008

Apenas han pasado los 100 de gracia de la nueva legislatura y el gobierno ya ha convocado a los agentes sociales. Cuando veo la foto de rigor del presidente junto a tirios y troyanos el primer acto reflejo que me viene es echar la mano a la cartera, es cosa de la memoria selectiva, de la desastrosa carrera hacia la nada que iniciamos con las reformas laborales de los años noventas. Es cierto que en este nuevo proceso que se inicia hemos perdido la cara ya familiar de Jose Maria Cuevas, aquel falangista que pasó de sapo a príncipe sin mediar beso de princesa y sin dejar de ser sapo, pero no es motivo de alegría suficiente como para compensar al temor de lo que pudiera surgir de la nueva ronda de conversaciones. Lo primero que nos cuestionamos, tal como nos han enseñado en los cursillos de negociación, es la necesidad una nueva reforma laboral. En una negociación se tienen que dar cosas a cambio de otras con el conocido fin de conseguir un resultado de ganar-ganar. Sin embargo, lo que debemos plantearnos es si nos queda algo por cambiar. La respuesta es claramente negativa. La legislación laboral está tan desregulada que no queda margen para buscar soluciones novedosas. Sin duda el precio del despido volverá a estar en el candelero así como la centralización sectorial de la negociación colectiva, instituciones ambas que han permanecido como las últimas contenciones a la voracidad de un mercado laboral controlado por los que pueden comprar fuerza de trabajo. Éstas son las últimas cartas que le quedan al movimiento sindical, y gobierno y empresarios van detrás de ellas desde hace mucho tiempo. Nuestros representantes no pueden cometer el error de negociar con esto, a riesgo de adelantar la agonía que arrastramos desde hace décadas. El gobierno socialista ya ha anunciado que no va a haber decretazo pero debemos ser cautos y no caer en el abrazo del oso (y no me refiero a Fidalgo). La situación de los sindicatos en el Estado español me recuerda a aquella deliciosa película de Ventura Pons titulada Gràcies per la Propina. En aquel film, dos hermanos iban vendiendo pequeñas parcelas de su hermosa finca de naranjales con el fin de conservar toda la finca familiar. Así, sin poder renunciar a las últimas defensas del derecho garantista, debemos presentarnos en la mesa de negociación como el agente social que ya ha hecho todos los sacrificios y ahora le toca recoger los frutos. Una pretensión irresoluble dado que gobierno y empresarios coinciden en las causas de la crisis y en las medidas para solventarla. La negociación social se presenta muy complicada y con la clara perspectiva que será una negociación de ganar-perder. La última reforma laboral de 2006 en un contexto diametralmente opuesto al actual fue inocua, no se tocaron los resortes del poder sindical, pero tampoco se cuestionaron las estrategias empresariales para acabar con la precariedad. Así, ahora, en un contexto marcado por la crisis, por la desconfianza y el miedo, es más que posible que el gobierno socialista opte por eliminar las últimas barreras sindicales que ralentizan la valorización de los capitales. El nuevo modelo productivo que preconizamos desde los sindicatos está muy alejado de las expectativas del gobierno, y no nos quedan más que argumentos para tratar de convencer a un gobierno acostumbrado a moverse entre empresarios y poderosos. No creo que podamos esperar nada bueno del nuevo diálogo social y de la reforma laboral que surja de él. Nos tocará correr dando vuelta a ciegas para quedarnos detrás de donde estábamos, un espacio del siglo XIX que gracias al debate de las 65 horas ya no nos parece tan extraño ni tan imposible.

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