30.05.08
Los beneficios empresariales también tienen que contribuir a reactivar la economía
Pese a la desaceleración económica, superamos el ritmo de crecimiento de la eurozona Los últimos datos de Contabilidad Nacional Trimestral manifiestan la desaceleración en el ritmo de crecimiento, pero constatan que superamos el crecimiento de la eurozona. UGT considera que nuestra economía demanda un mayor ritmo de inversión en capital, ya que las empresas tienen margen suficiente para ello. Los costes laborales siguen creciendo siete puntos por debajo de los beneficios empresariales (2,9 frente a 9,5 puntos), por lo que una gran parte de los beneficios se deben al esfuerzo de los trabajadores. Para el sindicato, además, es necesario desarrollar una política económica que vía Presupuestos Generales del Estado aumente la capacidad productiva y la competitividad de nuestra economía y para ello sería necesario fomentar la inversión en I+D+i, en capital físico y humano, y mejorar la calidad y la estabilidad del empleo. Pero también hay que poner en marcha políticas que corrijan las desigualdades derivadas de un crecimiento desequilibrado y favorezcan la redistribución de la renta nacional, compensando los efectos del menor crecimiento económico, del incremento del desempleo y del repunte de la inflación. Los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados hoy por el INE muestran un crecimiento interanual del PIB del 2,7% en el primer trimestre de 2008, ocho décimas menos que en el trimestre precedente (3,5%), confirmando que la economía española continúa en la senda de la desaceleración del crecimiento iniciada el segundo trimestre de 2007. A pesar de este recorte en el ritmo de avance, nuestra economía continúa superando el ritmo de crecimiento de la zona euro, aunque reduciendo las diferencias de trimestres anteriores (la Eurozona mantiene una tasa de crecimiento interanual del PIB durante el primer trimestre del año de un 2,2%). La ralentización evidenciada en el ritmo de actividad durante el primer trimestre de 2008 (con una tasa de crecimiento intertrimestral de apenas un 0,3%, cinco décimas por debajo del incremento registrado en el trimestre anterior) se ha debido principalmente a la menor contribución al crecimiento del PIB de la demanda nacional (que decrece nueve décimas, de 3,9 a 3,0%), comportamiento compensado por una menor contribución negativa del sector exterior (de -0,4 a -0,3 puntos). El gasto en consumo final de los hogares (el componente más condicionado por la renta salarial disponible) se desacelera nueve décimas respecto al trimestre anterior, situándose en el 1,8%, como consecuencia del deterioro sufrido en la evolución de la confianza de los consumidores, derivado del incremento del desempleo, el avance de la inflación y el encarecimiento de las hipotecas, todo ello en un contexto económico mundial caracterizado por la crisis crediticia, la elevación de los precios de las materias primas y la reducción del crecimiento de las economías avanzadas. Desde la perspectiva de la demanda, el mejor dato ha sido que la demanda externa mejora un décima su contribución negativa al crecimiento del PIB, debido a que tanto las exportaciones como las importaciones presentan crecimientos más moderados que el trimestre anterior, de mayor intensidad en el caso de las importaciones. La tasa de crecimiento interanual de las exportaciones ha disminuido en una décima respecto al cuarto trimestre de 2007, frente a la disminución de cuatro décimas experimentada por las importaciones. Desde la óptica de la oferta se han confirmado los datos de ralentización generalizada de la actividad industrial en sintonía con la evolución de la producción industrial y de la cifra de negocios, que mantienen la atenuación de su ritmo de avance durante el primer trimestre del año. La construcción ha desacelerado su crecimiento como consecuencia de la moderación tanto del crecimiento de obra civil como de edificación residencial. A pesar de que el ritmo de creación de empleo durante el primer trimestre de 2008 se ha desacelerado ocho décimas, en un año se han creado 322.000 empleos netos a tiempo completo para el total de la economía. La rama de construcción mostró una contracción del nivel de empleo en este trimestre, situando su tasa de variación interanual en el -1,1%, en sintonía con la ralentización de la actividad constructora durante el primer trimestre de 2008. Por el contrario, las ramas energéticas e industriales repuntan el crecimiento de sus niveles de empleo, con una tasa de crecimiento interanual del 1,7%, después de tres trimestres consecutivos de registros negativos. Como consecuencia del análisis conjunto de la evolución del PIB trimestral como de la creación de empleo, la variación interanual de la productividad agregada de nuestra economía en el último trimestre del año se mantiene en el 1%, misma tasa que el trimestre precedente. La tasa de crecimiento interanual de la remuneración de asalariados disminuyó ocho décimas, hasta alcanzar el 5,9%, mientras que el excedente bruto de explotación de las empresas aceleró su tasa de crecimiento hasta el 9,5%, siete décimas más que el trimestre anterior. El deflactor implícito del PIB creció a hasta el 3,1%, dos décimas por encima del dato correspondiente al trimestre anterior. El excedente bruto de explotación es la operación que más contribuye al crecimiento de la tasa de inflación de la economía (2,8 puntos, el doble de la contribución de la remuneración de los asalariados). />/>CONCLUSIONES: En términos generales, los datos de evolución de actividad económica muestran un mal comportamiento de nuestra economía. Los datos muestran cómo se ha intensificado la desaceleración en el ritmo de crecimiento de la actividad y cómo continua su ralentización, debida a la evolución de la inversión en construcción y del consumo de las familias. Más allá de la incidencia de los factores externos de coyuntura económica internacional, el hecho de que la productividad aparente del factor trabajo haya crecido tan solo en una décima respecto al trimestre anterior, es indicativo de que el ritmo de crecimiento del empleo en nuestra economía continúa demandando un mayor ritmo de crecimiento de la inversión en capital, para que la mayor cantidad de mano de obra incorporada a la producción permita obtener todavía mayores crecimientos de la misma. A la vista de la evolución de los beneficios empresariales, un 9,5% de crecimiento interanual, es evidente que las empresas continúan teniendo margen suficiente para reinvertir sus excedentes empresariales en sus procesos productivos. Teniendo en cuenta que los costes laborales en nuestro país continúan creciendo casi siete puntos por debajo de lo que lo hacen los beneficios empresariales (2,9 frente a 9,5 puntos), resulta claro que una gran parte de estos beneficios se deben al esfuerzo de los trabajadores, esfuerzo que no ha sido retribuido en coherencia con su intensidad. Por todo ello, UGT entiende que la economía española se enfrenta a un doble reto a medio y largo plazo. Por un lado, es necesario consolidar los elementos de inercia que están caracterizando el fuerte crecimiento de nuestra economía sobre la base de un modelo de especialización productiva sólido y con garantías de sostenibilidad en el tiempo y, por otro lado, resulta imprescindible que dicho modelo productivo se configure como el elemento básico del sistema de bienestar social, como principal garante de un crecimiento económico equilibrado, estableciendo como objetivo prioritario la consecución de la máxima equidad en el reparto de la riqueza generada y la corrección de las desigualdades en términos de riqueza y bienestar social. UGT insiste en la necesidad de implementar una política económica que, vía Presupuestos Generales del Estado, bascule sobre dos ejes de intervención de forma simultánea:
|